Uno de los elementos del Camino es la diversidad de terreno sobre el que se camina: cemento, asfalto, tierra, camino afirmado, camino pedregoso, pasto, etc. Hasta ahora no ha habido mucha lluvia en el Camino pero supongo que llegando a Galicia habrá mucha y edto puede aumentar la lista inicial…
Contrario a lo que se puede pensar, el cemento de las ciudades o el asfalto de las carreteras no son los preferidos de los caminantes. Ambos son malos para las rodillas y los tobillos. Son mejores los caminos de tierra o piedra pequeña. Avanzamos mejor sin sufrir.
Los peores, hasta ahora, son los terrenos pedregosos, con piedra grande, sobre todo en subida o bajada, que te obliga a pisar con cuidado para evitar caerte o doblarte el tobillo. Y ahí nos puedes ver a los caminantes, discurriendo con alegría y optimismo, o lidiando con una subida empinada o una bajada peligrosa.
Definitivamente, es como la vida misma. Unas veces es de cal y otras de arena. Es bueno aprender a caminar en todo tipo de terreno. Hay días en que todo discurre hermosamente; otros, que arrastramos los pies esperando solo que acabe la jornada o llegue el fin de semana. Quien hace el Camino aprende a valorar todo. El Camino se hace uno con nosotros.
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